Congelación de la carga: Cero buques desde China a puertos clave de EE.UU., una primicia tras la pandemia

Problemas en la guerra comercial: Los puertos de EE.UU. se enfrentan a un descenso sin precedentes a medida que se intensifican las tensiones con China, lo que suscita inquietud sobre los productos y los precios.
Congelación de la carga: Cero buques desde China a puertos clave de EE.UU., una primicia tras la pandemia

Una cruda realidad ha surgido en los principales puertos estadounidenses: por primera vez desde el apogeo de la pandemia, ni un solo buque de carga ha partido de China con destino a las principales puertas de entrada de la costa oeste. Funcionarios de los puertos de la costa oeste de Los Ángeles y Long Beach, dos de los más transitados de Estados Unidos, compartieron esta alarmante observación con CNN, pintando un panorama de significativa alteración en la relación comercial entre Estados Unidos y China.

Solo seis días antes, 41 buques estaban programados para salir de China con destino al complejo de la Bahía de San Pedro, que incluye tanto el Puerto de Los Ángeles como el Puerto de Long Beach. El viernes, el número se había desplomado a cero. Este cambio dramático se atribuye en gran medida a la guerra comercial iniciada por el presidente Donald Trump, que impuso aranceles sustanciales a las importaciones chinas. ¿El resultado? Menos barcos que transportan menos carga ahora navegan hacia los puertos estadounidenses.

Esta situación ha provocado preocupación no solo por la ausencia de buques que salen de China, sino también por la velocidad de este declive. "Eso es motivo de alarma", declaró Mario Cordero, director ejecutivo del Puerto de Long Beach. Señaló además que están "viendo cifras que superan lo que presenciamos en la pandemia" en términos de viajes cancelados y llegadas reducidas de buques. El Puerto de Long Beach está lidiando con una caída del 35-40% en el volumen de carga en comparación con los niveles típicos. El Puerto de Los Ángeles se enfrenta a una disminución del 31% esta semana, y el Puerto de Nueva York y Nueva Jersey se están preparando para una posible desaceleración.


Aumentando la preocupación, el Puerto de Seattle informó cero buques portacontenedores en el puerto el miércoles, una anomalía nunca vista desde la pandemia. "Eso es porque simplemente no se está enviando nada", según el comisionado del puerto Ryan Calkins. Los representantes comerciales de Estados Unidos y China tienen programado reunirse en Ginebra durante el fin de semana en un esfuerzo por desescalar la guerra comercial. Actualmente, la mayoría de los bienes enviados desde China a los Estados Unidos enfrentan un arancel del 145%, mientras que las exportaciones estadounidenses a China se ven afectadas por un arancel del 125%. El viernes, el presidente Donald Trump planteó la posibilidad de reducir la tasa arancelaria con China al 80%, aunque las decisiones finales quedarían en manos del secretario del Tesoro Scott Bessent.

Para los consumidores que ya se enfrentan a precios más altos o escasez, Cordero subrayó la urgencia de una resolución. “Si las cosas no cambian rápidamente, estoy hablando de la incertidumbre que estamos viendo, entonces podríamos estar viendo productos vacíos en los estantes. Esto ahora lo sentirá el consumidor en los próximos 30 días”, advirtió Cordero.

China representa una parte sustancial de las importaciones a través del Puerto de Long Beach, representando más del 63% de la carga entrante. Sin embargo, esta cifra ha disminuido desde el 72% en 2016, ya que los minoristas diversifican sus fuentes debido a las tensiones comerciales en curso. No obstante, China sigue siendo una fuente vital de importaciones para los Estados Unidos. Maersk, la segunda línea naviera más grande a nivel mundial, reveló a CNN que el volumen de carga entre Estados Unidos y China se ha desplomado entre un 30 y un 40% en comparación con la norma. "Si no empezamos a ver una desescalada de la situación con China, si no empezamos a ver más de esos acuerdos comerciales, entonces podríamos estar en una situación en la que algunos de estos efectos se afiancen más y sean más adversos", dijo el director ejecutivo de Maersk, Vincent Clerc.



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