Conversaciones comerciales entre EE.UU. y China: Más allá del acuerdo con el Reino Unido: un reto de enormes proporciones

Mientras los funcionarios se preparan para unas conversaciones cruciales, el camino hacia un acuerdo comercial entre EE.UU. y China es mucho más complejo que el reciente acuerdo con el Reino Unido.
Conversaciones comerciales entre EE.UU. y China: Más allá del acuerdo con el Reino Unido: un reto de enormes proporciones

Mientras los funcionarios de la administración Trump se preparan para reunirse con funcionarios chinos en Ginebra este fin de semana, el impulso del anuncio del acuerdo comercial con el Reino Unido el jueves podría parecer prometedor. Sin embargo, los expertos advierten contra las altas expectativas.

"Mantengo mis expectativas bajo control. Los aranceles son altos. Las tensiones son altas. Es más fácil imponer aranceles que deshacerlos", dijo Wendy Cutler, ex negociadora comercial de EE. UU. y actual vicepresidenta del Instituto de Política de la Sociedad Asiática.

El presidente Donald Trump, conocido por su firme postura sobre los déficits comerciales, ha implementado fuertes aranceles a China, con tasas que alcanzan el 145% para muchos productos. China ha respondido con sus propios aranceles, comenzando en el 125% en la mayoría de los productos estadounidenses. El impacto económico en ambos países es significativo, con inversionistas y empresas ansiosos por una resolución.

El acuerdo comercial con el Reino Unido, aunque se presenta como un éxito, puede no ser un buen punto de partida para las conversaciones con China. Los detalles del acuerdo con el Reino Unido fueron relativamente fáciles de lograr debido a los aranceles más bajos del Reino Unido. EE. UU. también tuvo un superávit comercial de $12 mil millones con el Reino Unido el año pasado. China, por otro lado, presenta un desafío mucho mayor.

Los expertos anticipan que las conversaciones del fin de semana, que marcan el primer diálogo oficial entre los principales funcionarios gubernamentales de EE. UU. y China durante el segundo mandato de Trump, se centrarán en la desescalada en lugar de un acuerdo integral. El propio Trump ha indicado que no consideraría reducir los aranceles para llevar a China a la mesa de negociaciones, aunque los informes sugieren que la administración podría considerar reducir los aranceles hasta el 50% tan pronto como la próxima semana.

Susan Shirk, profesora de investigación en la Escuela de Política y Estrategia Global de la UC San Diego, cree que China puede actuar de manera más disciplinada en estas conversaciones en comparación con discusiones anteriores, sugiriendo que "no es probable que lo arruinen". También espera que China demuestre un esfuerzo de buena fe para reducir sus exportaciones a Estados Unidos y otros países.

Wendy Cutler sugiere que el mejor resultado realista sería establecer un "proceso para una mayor participación", incluida una posible llamada telefónica entre Trump y Xi Jinping. El peor resultado, según los expertos, podría ser un colapso público y agrio, que refleje las desastrosas conversaciones de 2021 en Alaska. Esto podría conducir a aranceles aún más altos.

Lo que está en juego es alto y el camino a seguir es incierto. El éxito de estas conversaciones impactará significativamente la economía global y la relación entre Estados Unidos y China.



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