Japan's Children: Los retos de la salud mental en un país desarrollado

Un informe de UNICEF destaca la persistencia de problemas de salud mental a pesar de las mejoras en otros ámbitos
Japan's Children: Los retos de la salud mental en un país desarrollado

Un informe reciente de UNICEF revela que los niños en Japón continúan enfrentando desafíos significativos relacionados con su bienestar mental. El país actualmente ocupa el puesto 32 de 43 naciones desarrolladas y emergentes en términos de salud mental infantil, lo que refleja problemas complejos y persistentes.

Si bien Japón mostró un cambio positivo, mejorando del puesto 37 en la evaluación anterior de 2020, el informe también destaca tendencias preocupantes. La tasa de suicidio entre los jóvenes japoneses sigue siendo alta, situando a Japón en la cuarta posición entre los estados ricos encuestados, una situación que empeora desde la posición anterior de 12. Esto sugiere que, a pesar de algunas mejoras, se requieren más atención en áreas críticas.

En marcado contraste, Japón destacó en salud física, manteniendo su primera posición del informe anterior. Esta disparidad entre el bienestar físico y mental subraya la complejidad de la salud infantil en Japón.

El informe de UNICEF, que analizó a los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Unión Europea, evaluó a las naciones en cuanto a bienestar mental, salud física y habilidades académicas y sociales. El desempeño de Japón en habilidades académicas y sociales experimentó una mejora notable, subiendo al puesto 12 desde el 27. En general, la clasificación de Japón mejoró al puesto 14, subiendo desde el 20 en el informe anterior. Países Bajos encabezó la clasificación general; sin embargo, Estados Unidos y otros seis países fueron excluidos debido a datos insuficientes sobre salud mental.

Aya Abe, profesora de la Universidad Metropolitana de Tokio, especializada en temas de pobreza, comentó sobre la situación. Destacó la falta de conciencia en torno a los problemas de salud mental infantil en Japón y la percibida ineficacia de las medidas gubernamentales actuales.

Con respecto a la salud física, la profesora Abe señaló los bajos niveles de obesidad, pero también destacó el problema de los niños con bajo peso, lo que indica la necesidad de enfoques matizados para la salud infantil más allá de simplemente promover el bienestar general.

El informe también reconoció el impacto significativo de la pandemia de COVID-19, que afectó negativamente el rendimiento académico y la salud general de los niños en los países desarrollados. El informe enfatiza la urgencia de que todos los países aborden los problemas que afectan el bienestar de los niños que navegan por los desafíos del mundo moderno, incluidas las epidemias, los conflictos y el cambio climático.



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