La soledad en la tercera edad: Récord de ancianos taiwaneses que viven solos

Taiwán se enfrenta a retos ante el aumento del número de personas mayores que viven solas.

Nuevos datos de la Plataforma de Información Inmobiliaria del Ministerio del Interior de Taiwán revelan una tendencia preocupante: el número de personas mayores que viven solas ha alcanzado un nuevo máximo. Más de 600.000 personas de la tercera edad viven ahora en solitario, lo que destaca la evolución demográfica de la nación.

En el cuarto trimestre del año pasado, los hogares compuestos únicamente por personas de 65 años o más superaron por primera vez los 800.000, alcanzando los 803.600, un aumento notable con respecto a los 774.100 del trimestre anterior. Un importante número de 611.800 de estos hogares están formados por personas mayores que viven solas, lo que representa aproximadamente el 76% de esta demografía.

Los datos indican además que 174.800 hogares, lo que representa el 21,75%, albergan a dos personas mayores, mientras que aquellos con tres o más residentes mayores suman aproximadamente 17.000 unidades, o el 2,12%. Un notable 23,87% de las unidades de vivienda con residentes mayores implican responsabilidades de cuidado para otro anciano.

Según el experto en bienes raíces Ho Shih-chang (何世昌), la importante demanda de residencias para jubilados, que supera con creces la oferta actual en Taiwán, contribuye a la prevalencia de personas mayores que viven de forma independiente. Esta situación también plantea riesgos, ya que estos individuos son más susceptibles a las estafas, y las casas más antiguas (las que tienen más de 30 años) pueden requerir una reconstrucción costosa.

El envejecimiento de la población presenta otros desafíos. Andy Huang (黃舒衛), director de Servicios de Representación de Propietarios de Colliers International Taiwan, enfatiza que la escasez de trabajadores de la salud ahora plantea un riesgo más significativo que la escasez general de mano de obra, particularmente porque Taiwán se ha convertido oficialmente en una sociedad súper envejecida este año.

Para abordar estos problemas urgentes, el gobierno debe formular políticas de vivienda que incorporen programas de atención a largo plazo realistas y factibles y servicios esenciales de vida específicamente diseñados para las personas mayores, garantizando su bienestar y seguridad.