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Washington, 26 de marzo - Randall Schriver, exsecretario adjunto de Defensa de EE. UU. para asuntos de seguridad en el Indo-Pacífico, enfatizó la necesidad de fortalecer el entrenamiento proporcionado a las fuerzas armadas de Taiwán para mejorar su preparación para el combate.

Schriver, actualmente presidente de la junta directiva del grupo de expertos estadounidense Project 2049 Institute, compartió sus ideas durante una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Estaba respondiendo a una pregunta del senador republicano Dave McCormick con respecto a los esfuerzos de EE. UU. para disuadir un posible conflicto a través del Estrecho de Taiwán.

Schriver notó un "proceso evolutivo", destacando la mayor franqueza en la comunicación y la retórica de EE. UU. con respecto al asunto. Agregó que EE. UU. ha ampliado su participación en áreas previamente sensibles, como el entrenamiento del ejército taiwanés, y abogó por iniciativas intensificadas en estas áreas.

"Necesitamos fortalecer nuestro entrenamiento de las fuerzas militares de Taiwán", afirmó Schriver. "Eso fue un tabú durante décadas, y ahora los estamos llevando a un punto en el que son más profesionales, más competentes, ya que están poniendo un mayor énfasis en el entrenamiento".

Como parte de una estrategia de disuasión integral, Schriver sugirió que EE. UU. también debería alentar a Taiwán a adoptar sistemas modernizados de mando y control. Esto es crucial para optimizar las decisiones en el campo de batalla a la luz de la evolución de las tácticas de guerra.

"Necesitan considerar mucho más sistemas no tripulados, autónomos, y en todos los dominios, incluyendo el submarino", aconsejó.

Schriver, quien sirvió durante el primer mandato del presidente de EE. UU. Donald Trump, también subrayó la importancia de ayudar a Filipinas, específicamente a Luzón Norte, dada su ubicación estratégica cerca del Estrecho de Taiwán.

El ejército de EE. UU. ha apoyado discretamente el entrenamiento del ejército de Taiwán durante muchos años, reconociendo la sensibilidad de tales actividades.

En marzo de 2024, el entonces ministro de Defensa de Taiwán, Chiu Kuo-cheng (邱國正), confirmó que personal militar estadounidense estaba rotando para brindar entrenamiento a las fuerzas armadas taiwanesas, incluidos los reclutas. También reveló que soldados taiwaneses estaban recibiendo entrenamiento en EE. UU., aunque se omitieron detalles específicos por razones de seguridad.

La audiencia del Senado se tituló "Amenazas compartidas: alianzas en el Indo-Pacífico y reparto de la carga en el entorno geopolítico actual".

Antes de la audiencia, el senador republicano Jim Risch, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, enfatizó la necesidad de confrontar la creciente asertividad de China en la región del Indo-Pacífico. Agregó que EE. UU. no puede ser el "único vigilante del mundo".

Hizo un llamado a los aliados para que trabajen con EE. UU. para contrarrestar la agresión china, reforzando la fuerza y la capacidad de cada nación para responder. Instó a los aliados a "expandir el acceso de EE. UU. a bases y sobrevuelos" en todo el Indo-Pacífico.

"La mejor manera de mostrar a China que estamos juntos es si estamos físicamente presentes en la región", concluyó Risch.



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