Expertos estadounidenses acogen con satisfacción la postura comercial estratégica de Taiwán

La estrategia arancelaria del Presidente Lai Ching-te'obtiene una respuesta positiva de los analistas de Washington

Washington, D.C. – La decisión del presidente Lai Ching-te (賴清德) de no imponer aranceles de represalia contra el arancel del 32 por ciento de Estados Unidos sobre los productos taiwaneses ha sido recibida con aprobación por académicos estadounidenses, según un informe.

Si bien la medida se considera favorable, los analistas expresan un optimismo cauteloso con respecto a la ambición de Lai de emular el modelo del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá) para las negociaciones comerciales.

El ex diplomático estadounidense Robert S. Wang (王曉岷) sugiere que la "respuesta conciliadora" del presidente Lai probablemente será bien recibida por la administración estadounidense, especialmente en comparación con las rápidas medidas de represalia de Beijing. Anticipa que el enfoque de Taiwán se llevará a la atención de altos funcionarios estadounidenses, posiblemente incluyendo al presidente Trump.

Al abordar el potencial de un acuerdo al estilo del T-MEC, Wang, quien anteriormente ocupó un puesto de alto funcionario estadounidense para APEC, indicó que podrían desencadenarse conversaciones iniciales. Sin embargo, estas discusiones podrían centrarse principalmente en las preocupaciones arancelarias actuales en lugar de un acuerdo a largo plazo más amplio. Wang, quien actualmente es asociado principal del Programa Asia en el centro de investigación con sede en Washington Center for Strategic and International Studies, agregó que la intención de Lai de explorar vías para aumentar las importaciones estadounidenses a Taiwán, como el petróleo y los productos agrícolas, podría ser un buen punto de partida.

Stephen Ezell, vicepresidente de Global Innovation Policy, Information Technology and Innovation Foundation, se hizo eco del sentimiento, sugiriendo que la administración Trump acogería con agrado la decisión de Lai. También prevé discusiones destinadas a la reducción de aranceles entre ambas partes. Sin embargo, señaló que la administración Trump podría estar inclinada a implementar un arancel base del 10 por ciento sobre todos los productos importados entrantes.

Ezell considera poco probable un acuerdo tipo T-MEC, considerándolo un proceso demasiado intrincado y que consume mucho tiempo, lo que podría resultar desafiante dadas las presiones actuales sobre las agencias comerciales de EE. UU. Sugiere que un posible tratado bilateral de inversión podría ser más realista.

Derek Scissors, investigador principal del American Enterprise Institute, expresó más escepticismo con respecto a las negociaciones arancelarias, postulando que las tasas arancelarias no están determinadas por las políticas de otros países. Por lo tanto, alterar esas políticas no conduciría necesariamente a reducciones arancelarias estadounidenses. Scissors no prevé un acuerdo similar al T-MEC entre Estados Unidos y Taiwán, señalando el rechazo actual del presidente Trump del acuerdo que él mismo firmó.

El presidente Lai anunció la decisión de su gobierno de no tomar represalias contra los aranceles estadounidenses, que comenzarán el 9 de abril. Enfatizó que las inversiones de las empresas taiwanesas en Estados Unidos continuarían siempre que se alineen con los intereses nacionales.

Para mitigar el impacto de los aranceles, Lai ha establecido un equipo de negociación, liderado por la viceprimera ministra Cheng Li-chiun (鄭麗君), para iniciar conversaciones formales con Estados Unidos. Lai expresó el objetivo de lograr "aranceles cero", lo que refleja el T-MEC.

En contraste con el enfoque de Taiwán, China ha declarado su intención de imponer aranceles recíprocos del 34 por ciento a las importaciones estadounidenses, a partir del 10 de abril. En respuesta, el presidente Trump anunció que Estados Unidos impondría un arancel adicional del 50 por ciento a las importaciones chinas si China no retira su plan de derechos de importación de represalia.