La visita de Xi Jinping a Moscú: Una muestra de unidad y un desafío al orden mundial

Putin despliega la alfombra roja a Xi Jinping, señal de una sólida alianza en medio de una dinámica mundial cambiante
La visita de Xi Jinping a Moscú: Una muestra de unidad y un desafío al orden mundial

Mientras el mundo observa, el presidente ruso Vladimir Putin se prepara para su gran desfile militar del "Día de la Victoria" el 9 de mayo, y en lo más alto de su lista de invitados está Xi Jinping. El líder chino llegó a Moscú para una visita de estado de cuatro días, solidificando una asociación que desafía el orden global actual. Esta visita subraya una profundización de la "confianza mutua", según Beijing, y marca una conmemoración conjunta del 80 aniversario de la victoria de las fuerzas aliadas en la Segunda Guerra Mundial sobre la Alemania nazi.

Esta muestra de solidaridad entre los dos autócratas llega en un momento crucial. La visita resalta la unidad entre China y Rusia mientras la diplomacia de "Estados Unidos Primero" del presidente estadounidense, Donald Trump, ha remodelado las relaciones internacionales. Putin describió a Xi como su "invitado principal", aclamando a las dos naciones como "buenos vecinos", "verdaderos amigos" y "socios confiables". Trabajarán "juntos para defender los resultados arduamente ganados de la Segunda Guerra Mundial", se opondrán resueltamente al "hegemonismo y la política del poder", y promoverán "un sistema de gobernanza global más justo y razonable", según la declaración de Xi.

El desfile, que tendrá lugar a la sombra del asalto de Putin a Ucrania, también contará con la participación de contingentes de la guardia de honor del Ejército Popular de Liberación de China. Este evento, sin embargo, se produce en el contexto del conflicto en curso, con Ucrania rechazando un alto el fuego propuesto y lanzando ataques con drones contra Moscú.

La visita es la tercera vez de Xi en Rusia desde que Putin lanzó su guerra hace más de tres años, pero mucho ha cambiado desde su última visita hace poco más de seis meses. China y Estados Unidos ahora están inmersos en una guerra comercial escalada que amenaza un impacto importante en ambas economías, y Beijing se encuentra en la necesidad de fortalecer sus amistades, y asociaciones comerciales, con otras naciones, incluida Rusia.

Esta visita tiene como objetivo solidificar el acceso de Beijing a los recursos naturales y mercados de Rusia. China se ha convertido en un salvavidas crucial para Moscú, con un récord de comercio bilateral el año pasado. Los gobiernos occidentales expresan su preocupación por el "comercio normal" de China con Rusia. Los observadores dicen que Xi buscará asegurar el acceso continuo de China a los recursos naturales y el mercado de Rusia, dado que China se ha enfrentado a aranceles del 145% sobre la mayoría de las exportaciones a Estados Unidos.

Las reuniones también abordarán Ucrania, las relaciones con Estados Unidos y el gasoducto Power of Siberia-2, un proyecto que Rusia pretende avanzar. También se espera que los líderes enfaticen su papel como líderes alternativos a Estados Unidos, especialmente dada la agresión en el Mar de China Meridional y hacia Taiwán.

La estrecha relación entre Xi y Putin, impulsada por beneficios ideológicos y económicos, es poco probable que cambie. Wang Yiwei, director del Instituto de Asuntos Internacionales de la Universidad Renmin, afirma que "Rusia desconfía de Estados Unidos... y la actitud fundamentalmente hostil hacia Rusia en Estados Unidos y en general desde Occidente no puede cambiar". Es probable que las reuniones en los próximos días envíen un mensaje: China y Rusia siguen tan alineadas como siempre.



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